¿Qué es la sobriedad curiosa?
Sober Curious es un podcast presentado por Ruby Warrington en el que ella habla con diferentes personas sobre sus relaciones con el uso y el abuso de sustancias, con el objetivo de animar a los oyentes a vivir de manera más consciente, conectada y presente.
Sober Curious también ha inspirado un grupo privado de Facebook donde las personas pueden conectarse y discutir sus experiencias con la sobriedad.
En 2018, Warrington escribió un libro llamado «Sober Curious» que invita a los lectores a considerar si sus vidas serían mejores sin el alcohol y los anima a reevaluar su relación con el alcohol. En su libro más reciente, «The Sober Curious Reset«, Warrington invita a los lectores a aplicar la filosofía Sober Curious a sus propias vidas y a hacer cambios en sus hábitos de consumo de alcohol en 100 días o menos.
Warrington es considerada una de las voces líderes del creciente movimiento de sobriedad, que anima a las personas a cuestionar por qué beben de manera automática y a explorar lo que significa vivir una vida empoderada y satisfactoria sin depender del alcohol.
Cabe aclarar que la curiosidad sobria no es lo mismo que la sobriedad. La sobriedad es estar totalmente libre de alcohol y puede ser el resultado del alcoholismo, el abuso del alcohol o el trastorno por consumo de alcohol. Curiosidad sobria, por otro lado, implica la elección de beber menos o limitar por completo para obtener beneficios físicos o mentales. Es importante enfatizar que llevar un estilo de vida sobrio y curioso es voluntario y no el resultado de una condición diagnosticada. Las personas que son “sobriamente curiosas” pueden notar que han estado bebiendo más de lo que les gustaría o que beber ya no les sirve y deciden cuestionar o cambiar sus hábitos de bebida por razones centradas en la salud. La curiosidad sobria puede significar cuestionar su relación con el alcohol (experimentar con lo que se siente al no beber y por qué), beber menos alcohol o vivir sin alcohol por completo.
¿Por qué se ha vuelto una tendencia?
TikTok es una de las redes sociales donde este movimiento es más popular: el hashtag #sobercurious acumula millones de visualizaciones y reúne todo tipo de vídeos, sobre todo protagonizados por jóvenes. En ellos, vemos como algunos usuarios explican cómo ha cambiado su vida al dejar de beber, mientras otros enumeran artistas de renombre que evitan el alcohol para animar a sus seguidores a reducir su consumo.
Ya desde 2019 un informe de Google nos advertía que la Generación Z (es decir, los nacidos entre 1997 y 2015) desconfiaban del consumo de alcohol porque daban una mayor importancia a la imagen y al control: el 49% afirmaba que cuando salían a socializar o a beber nunca se sacaban de la cabeza la imagen que podrían transmitir en Internet, mientras que el 70% consideraba que la ingesta excesiva de alcohol es una actividad de riesgo, y un 41% la asociaba con «ansiedad», «abuso» y «vulnerabilidad”.
De hecho, ese mismo año lanzamos un video que hablaba del alcohol sin alcohol y los “mocktails”:
Pero ahora la situación está yendo más allá de las bebidas alternativas al alcohol, hoy se está tratando de un cambio de paradigma que como todas las tendencias hace intersección con otras tantas como la disminución de la tasa de natalidad y el envejecimiento de la población, y cambios en el estilo de vida debido al impacto de provocado por el coronavirus.
De hecho, en agosto de 2022, Japón lanzó una campaña que promocionaba un concurso que tenía por objetivo encontrar soluciones para que las personas bebieran más alcohol, ante esta situación algunas críticas señalaron la propuesta como un intento de promover un hábito poco saludable. Pero otros, por el contrario, publicaron ideas extravagantes.
Al final de este concurso las propuestas “un poco alcohol en los alimentos» y «La Ginebra Sostenible”, fueron seleccionadas para el Premio a la Excelencia.
Según cifras recientes de la agencia tributaria de ese país, las personas bebían menos en 2020 que en 1995, y las cifras se desplomaron de un promedio anual de 100 litros (22 galones) a 75 litros (16 galones) por adulto.
Los ingresos fiscales de los impuestos sobre el alcohol también se han reducido a lo largo de los años. Según el periódico The Japan Times, representó el 5% de los ingresos totales en 1980, pero en 2020 asciende a solo el 1.7%.
Ahora bien, este no es un tema exclusivo de Japón. Si bien, aunque el alcohol ha sido visto durante mucho tiempo como una parte esencial de la transición a la edad adulta en las culturas occidentales, y experimentar con el alcohol y beber en exceso se ha considerado una forma de socializar y divertirse; los miembros de la Generación Z se lo están tomando con calma a medida que entran en la edad adulta, ya sea porque no beben en absoluto o porque beben con menos frecuencia y en menor cantidad que las generaciones anteriores.
El estudio reciente más grande del Reino Unido sobre comportamientos de consumo de alcohol mostró en 2019 que los jóvenes de 16 a 25 años eran los más propensos a ser abstemios, con un 26% que no bebía, en comparación con la generación menos probable (de 55 a 74 años). mayores), el 15% de los cuales no bebía.
Entre los adultos de EE. UU., Gallup mostró que las personas de 35 a 54 años tienen más probabilidades de beber alcohol (70%), en comparación con Gen Zers (60%) y Boomers (52 %), mientras que un estudio de 2020 encontró que la porción de estadounidenses en edad universitaria que son abstemios ha aumentado del 20% al 28% en una década. De los que beben, la mayor parte de los jóvenes europeos (definidos como mayores de la edad legal para beber hasta los 39 años) bebe una vez al mes (27%), mientras que en los EE. UU., el grupo más grande bebe una vez a la semana (25%).
La disminución en el consumo de alcohol entre los jóvenes, según los expertos, es notable y generalizada en la mayoría de los países europeos de altos ingresos. Durante el confinamiento, los australianos de la Generación Z tenían más probabilidades de haber disminuido su consumo de alcohol, con un 44% informando que estaban bebiendo menos.
Por otro lado, las tasas de consumo excesivo de alcohol entre los jóvenes de Nueva Zelanda también se han reducido en más de la mitad entre 2001 y 2012, y han seguido cayendo desde entonces.
Con toda esta información, es difícil adjudicarle solo a una variable este nuevo fenómeno, los jóvenes de la Generación Z están creciendo en un contexto social singular, donde su preocupación por sus finanzas y su bienestar social los hace ser más cautelosos al asumir riesgos.
Esta generación tiene una perspectiva sofisticada sobre cómo el consumo de alcohol afecta su salud y la de las personas que les rodean. Como resultado, está surgiendo una cultura juvenil que desestima el uso del alcohol, y esta tendencia está teniendo un impacto importante en la economía. A medida que los jóvenes de la Generación Z redefinen lo que significa una «buena noche de fiesta» y a menudo socializan sin necesidad de tomar alcohol, las industrias de la hostelería y el comercio están buscando formas de adaptarse a esta nueva realidad.
Otro factor de cambio es que los jóvenes de hoy pareciera que conocen mucho más acerca de los riesgos para la salud asociados con este tipo de comportamientos. Con más investigación disponible y discusión abierta, su conocimiento es cada vez más multifacético. Es más fácil que nunca aprender más sobre los peligros de beber, ya sea haciendo una búsqueda rápida en Google, accediendo a comunidades de TikTok como #SoberTok o hablando con amigos y familiares.
Sin embargo, no solo la tendencia a ser más cauto con el riesgo está disminuyendo el consumo de alcohol, también ha cambiado la forma en que los jóvenes se relajan. Según expertos, gran parte de esto se debe a las preocupaciones que esta generación tiene sobre su futuro y cómo desean llevar sus vidas. Un enfoque constante hacia la tecnología y el consumo de contenido significa que relajarse a menudo implica alejarse de las redes sociales y encontrar formas de desconectar.
Ahora que la Generación Z representa un tercio de la población mundial, la industria del alcohol se está adaptando a las nuevas preferencias de los jóvenes. En lugar de beber constantemente bebidas alcohólicas azucaradas, ahora pueden pedir un cóctel, o un cóctel sin alcohol, para pasar la noche. De hecho, un estudio de finales de 2021 encontró que los mayores de 21 años en los EE. UU. prefieren bebidas como licores o seltzers, champán y bebidas con poco o nada de alcohol, en lugar de vino y cerveza.
Lo que muchos consumidores pensaron que sería una novedad más, ahora es un sector firmemente establecido que incluye cervezas, vinos, licores y cócteles sin alcohol. NielsenHQ informó que las personas gastaron $3.3 mil millones en bebidas sin alcohol en 2021, y muchas marcas lanzaron nuevas alternativas de bebidas sin alcohol y con bajo contenido de alcohol en sus tiendas.
El desafío para las marcas en este espacio es igualar los sabores, aromas e incluso texturas de las cervezas y licores tradicionales utilizando técnicas innovadoras de destilación. Como el proceso es complejo, el costo de estas bebidas a menudo supera al de los productos alcohólicos establecidos. Sin embargo, los consumidores están dispuestos a pagar por el lujo de tener una bebida sin alcohol que sepa tan bien como la original. En toda la industria, en los estantes y los menús, las opciones de bebidas sin alcohol están atrayendo el interés de las personas que quieren beber menos o secarse por completo para mejorar la salud mental y física.
Aquí hay cuatro tendencias en opciones de bebidas no alcohólicas que detectamos en nuestro #BlackTrends 2023:
- Nuevas gamas de sabor
Los productos de bebida sin alcohol de hoy en día cuentan con sabores complejos, los ingredientes utilizados para crear estos sabores provienen de todas partes del mundo, produciendo un aroma delicado e intrincado que captiva a los consumidores, especialmente a los pertenecientes a la Generación Z. Por ejemplo, los licores sin alcohol de Lyre cuentan con más de 36 notas de sabor, mientras que el enebro usado en la ginebra de CleanCo solo proviene de Bulgaria para garantizar una paleta de sabores consistente y reproducible.
Los consumidores que prefieren bebidas sin alcohol tienden a basar sus decisiones de compra en el sabor, los beneficios nutricionales y el uso de productos orgánicos en estas bebidas. Aunque la cerveza sin alcohol sigue siendo el mercado más grande a nivel mundial, se espera que esta industria crezca exponencialmente en los próximos cinco o seis años.
- Influencers de la sobriedad curiosa
Entre las más reconocidas podemos encontrar a Kin Euphorics de Bella Hadid y De Soi de Katy Perry, sin embargo, otras tantas personas influyentes, celebridades y gurús del bienestar están hablando sobre optar por un estilo de vida sin alcohol y se están sumando a esta tendencia, basta con hacer una búsqueda en Instagram o TikTok:
- Nuevos alimentos para acompañar las nuevas bebidas
Al igual que con cervezas y vinos, algunos alimentos se complementan mejor con determinadas bebidas y aperitivos sin alcohol. La elección de bebidas no alcohólicas de los consumidores dependerá del clima, sus gustos personales y el sabor de los alimentos de temporada. Los restaurantes y mixólogos siguen investigando y desarrollando nuevos maridajes de bebidas sin alcohol y recetas de alimentos que se complementen entre sí para ofrecer mejores experiencias a los consumidores. Las mismas reglas se aplican a la creación de nuevos maridajes, y las marcas que buscan dar un valor agregado a sus productos deben considerar con cuidado cómo diferentes bebidas combinan con alimentos específicos en diferentes entornos.
- Bebidas alternativas al alcohol
A medida que las bebidas sin alcohol y las bebidas sin resaca ganan popularidad, otro mercado emergente son los productos relacionados con el alcohol. Aunque algunos consumidores desean relajarse al disfrutar de una bebida, pero evitando los efectos del alcohol, bebidas con infusión de CBD y otros productos relacionados al alcohol atraen a los consumidores preocupados por su salud y cambian la forma en que experimentan con nootrópicos, adaptógenos e ingredientes botánicos. Estos productos incluyen seltzers, refrescos con infusión de THC, spritzers enlatados con CBD y cócteles premezclados que los consumidores pueden mezclar y combinar según sus preferencias. Según la investigación de IWSR, el mercado adyacente al alcohol crecerá un 12% en los próximos tres años. Los atractivos perfiles de sabor junto con una creciente demanda de productos relajantes son los principales impulsores de este crecimiento y se espera que haya más variedad de estos productos disponibles en un futuro próximo.
En el pasado, las personas que no querían consumir alcohol podían sentirse marginadas en espacios de comida y bebida, sin embargo, es emocionante ver que las bebidas sin alcohol están recibiendo tanto tiempo, atención y calidad de ingredientes como sus versiones alcohólicas.