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Qué es Vibe coding y por qué importa

Vibe coding (programar por sensaciones) es una técnica de programación asistida, dependiente y co-creada con Inteligencia Artificial; en la que una persona describe un problema en unas pocas oraciones como estímulo para un modelo extenso de lenguaje adaptado para la codificación.

No quiero aprender a programar

Hace 30 años decidí no estudiar programación y fue la mejor decisión de mi vida. Recuerdo que entré a la Universidad a finales de los 90 y el Internet estaba emergiendo así como la revolución del cómputo personal. Todos nos recomendaban que estudiáramos programación o algo totalmente relacionado a la creación de “código” en ambientes informáticos. Pero me negué rotundamente.

“Escribir código” computacional es una poderosa disciplina, pero limitada por reglas tremendamente estrictas. Mi mente necesitaba la libertad creativa del arte para después a través de la flexibilidad del diseño, explorar ajustes y mejoras que me permitieran crear un nuevo producto o servicio (propuesta de valor) que fuera eficiente en el mundo del performance. Pero escribir código no estaba cerca de eso. La gran mayoría de las personas que conocí en el Coding, su pensamiento no es creativamente abierto, pero sí tremendamente funcional y matemático. Desarrollaban cosas que “funcionaban” pero que carecían del resto de las perspectivas del diseño como la usabilidad, la empatía, la estética y la belleza.

Por supuesto en el camino surgió el código creativo, que es un código que se utiliza para crear obras artísticas, como efectos audiovisuales, medios interactivos o arte generativo. Se basa en la programación informática, pero a diferencia del código convencional, suele implicar aleatoriedad, ambigüedad e imprevisibilidad. Y obvio si quieres trabajar para Google, Meta, Microsoft o Apple, no necesitas código creativo, necesitas mucho más una acercamiento desde el código performativo (basado en resultados, performance).

Así que a pesar de que se veía como una tendencia potente a finales de los 90, decidí no explorar la programación y decidí poner atención en encontrar, entender, analizar y resolver, los problemas que son relevantes para los humanos, en lugar de solo escribir y “maquilar con código” las soluciones (aunque esa estrategia fue poderosa para países como la India, que se convirtieron en maquiladores del mundo).

El código lo escribirá la Inteligencia Artificial

Yo tenía una visión clara: un día el código lo escribiría la IA. Los programadores programarían la herramienta que los reemplazaría no en su totalidad. Y hoy casi 30 años después de esa decisión, tuve toda la razón. La llegada de la IA está sustituyendo a los programadores de maquila. Y solo está dejando a los humanos supervisores y “aumentadores de calidad”, que se harán responsables de la calidad, seguridad, desempeño y mantenimiento del código programado.

Google por ejemplo lanzó “Gemini Code Assist”, un asistente de programación basado en inteligencia artificial, con la que los más aficionados podrán crear sus propios códigos. Incluso esta misma compañía anunció en 2024 que del total de nuevo código fuente que producen, el 25% de ese código es creado enteramente por Inteligencia Artificial. Ese código es revisado, analizado y validado posteriormente por los ingenieros.

¿Lo ven? A ese paso, el código performativo será creado por la IA (y eso despertará muchísima polémica, como el fenómeno de la Ghiblificación que analizamos en este artículo). Lo importante es decidir ¿para qué queremos crear ese código? La función humana más importante es, ha sido y será: encontrar, entender, analizar, explorar y resolver brillante y apasionadamente, los problemas que son “relevantes” para los humanos y la vida, en lugar de solo maquilar soluciones, apps y plataformas con código, solo porque son negocio. Y ese era exactamente mi punto hace 30 años y ahora, estamos más cerca que nunca de ese momento.

Encontrar, entender, resolver, crear y producir.

Siempre he dicho que la especialización está llegando a su fin. Y ahora tenemos una generalización profunda. Es decir un humano que solo sabía programar y era un experto en Python era valioso. Pero hoy, un humano que sabe de Python y otros 20 lenguajes, pero también sabe de diseño de producto, UI, UX, CX, BX, AI, diseño de interacción, pensamiento de diseño, marketing, estrategia de producto y diseño de negocios; es mucho más completo y valioso. Ese es el estado de la generalización profunda, saber profundamente la mayor cantidad de conocimiento interrelacionados y no solo uno profundamente especializado.

Un marco importante sobre el estado de la “generalización” es el modelo de las 11 macrofuerzas de disrupción propuesto por Amy Web, que nos permite analizar cualquier fenómeno a partir del impacto e influencia de esas fuerzas.

Es así que si yo supiera programación, sumado a mi capacidad de resolución de problemas y al mismo con capacidad de producción de código. Sería un humano súper completo. En ese orden tenemos a seres como Mark Zuckerberg que participa activamente tanto en la programación como en el diseño de interfase de los productos de Meta.

Pero por el otro lado, tenemos a personajes como Elon Musk, que no tiene ni idea cómo se programan las cosas, pero tiene total idea de el problema que está tratando de solucionar con una hipótesis de innovación. Y al tener claro el problema y la solución, se rodea de personas que lo ayudan a construir las cosas. Todo en un movimiento simple de entender: encontrar, entender, resolver y crear y producir. En donde la “producción” dejará de ser humana y se convertirá en un movimiento eficiente y productivo de algoritmos ejecutando y performando a niveles que los humanos somos productivamente incapaces de ejecutar (performance).

En síntesis, ya no tenemos un problema sobre la tecnología y la velocidad de desarrollo, sino entender los problemas que vale la pena resolver.

Bienvenida a la era del “Vibe coding”

Vibe coding (programar por sensaciones) es una técnica de programación asistida, dependiente y ejecutada por IA, en la que una persona describe un problema en unas pocas oraciones como estímulo para un modelo extenso de lenguaje adaptado para la codificación.

Es simple de entender, imagina que en lugar de hacer una búsqueda en Google, ahora le pides a tu IA que te ayude a escribir el código para una idea que tienes en la mente, por ejemplo un sitio web, un app, un sistema o inclusive un ecosistema de aplicativos y funciones que antes solo aprendiendo código, era posible hacer.

Eso ha despertado polémica entre la gente que sí decidió estudiar y ejercer la escritura de código. Ya que con el “Vibe coding” cualquiera se puede convertir en un programador. Me recuerda exactamente la polémica que ocurrió con la llegada de la fotografía digital y los fotógrafos clásicos se escandalizaron de que “cualquier” fuera un fotógrafo. Esto es exactamente eso. Cualquier va a programar “hablando” con la Inteligencia Artificial.

Hay un caso interesante en todo esto, su nombre es Ben Snyder, quien usó IA para crear un videojuego rudimentario en el que tú (una avestruz) debes saltar una serie de obstáculos; si no lo haces, mueres. Snyder y sus hijos crearon el juego con la plataforma Replit, que permitieron hacer que el software se convierta en realidad.

Otro caso documentado es lo logrado por Ágoston Török con un juego llamado “CEO Simulator” que apoyado en DeepSeek R1 y OpenAI o1 (ambos modelos de IA optimizados para razonamiento avanzado) pudo revisar iteraciones de su reglamento. Ambos modelos de razonamiento actuaron como un segundo o tercer par de ojos virtuales, detectando inconsistencias y frases extrañas que podría haber pasado por alto. Su juego logró atraer a más de 10,000 jugadores en un fin de semana.

Ágoston piensa que el Vibe-coding CEO Simulator se convirtió en una lección inesperada sobre el desarrollo de videojuegos independientes modernos. Lo que empezó como un experimento personal se convirtió en algo que conectó con miles de jugadores en cuestión de días. La temática del juego, su brutal dificultad y su estética retro conectaron con la gente de una forma que no había previsto. Piensa que cualquiera que esté considerando emprender un proyecto paralelo asistido por IA, debe aceptar las imperfecciones, planificar un éxito inesperado y recordar que, incluso con la ayuda de la IA, la visión y las decisiones que hacen que valga la pena experimentar algo siguen viniendo de ti, como ser humano.

Andrej Karpathy, cofundador de OpenAI y exlíder de IA en Tesla, se dió cuenta de esta capacidad de crear código desde hace varios años y finalmente acuñó el término “Vibe coding” en febrero de 2025. La idea era simple: en lugar de que los desarrolladores escriban líneas de código literales, cualquiera puede dirigir a la IA para que construya basándose en una indicación, un prompt, una idea… y ajustar a partir de ahí.

“En realidad no es codificación: solo ves cosas, dices cosas, ejecutas cosas, copias y pegas cosas, y en general funciona”
Andrej Karpathy

Podemos entonces decir que la codificación de vibraciones es una mentalidad activa más que un método. Se trata de aprovechar el potencial de la IA para entrar a un nivel orgánico de desarrollo impulsado por la IA, en lugar de luchar contra ese desarrollo. Si lo analizas, es parte del “Gran Ciclo de Democratización de la tecnología”: la tecnología siempre abarata los medios de producción, aumenta la productividad y hace que el trabajo verdaderamente innovador sea mucho más valioso.

Lo más importante de todo esto, es que la brecha entre una idea y su ejecución se ha reducido prácticamente a cero. Ahora no necesito aprender a programar para poder llegar la primera versión de una idea ejecutada en el mundo real. Esto no desplaza a los programadores, porque ahora los mejores programadores nos ayudarán a mejorar la idea y ejecutarla de forma más elegante, segura, robusta, consistente, sólida y que evolucione con el tiempo. Y los obliga también a abrirse a nuevo conocimiento que complemente la c-creación colaborativa y creativa del código.

Un ecosistema creativo que evoluciona

¿Qué significa esto para los perfiles creativos? Una absoluta revolución. Porque como lo mencioné anteriormente, eso implica una transformación de las competencias especializadas, a una nueva de habilidades generales profundas. Eso significa que la apertura y conexión de nuevas disciplinas, nos llevarán a ver las cosas desde puntos de vista mucho más ricos.

Como lo escribí anteriormente, imagina un ser humano que sepa profundamente de habilidades complementarias como: investigación de usuario, diseño de producto, UI, UX, CX, BX, AI, diseño de interacción, diseño de relación, pensamiento de diseño, marketing, estrategia de producto y diseño de negocios. Pero al mismo tiempo sepa de sociología, antropología, política, economía, educación, tecnología y cultura. ¿Te imaginas lo completo que será ese perfil humano? Exacto. Ahora ya tienes un mapa de conocimiento para desarrollar tus habilidades profesionales. Y si no me crees puedes darle un vistazo al Reporte del Futuro de Trabajo del Foro Económico Mundial.

Naaa, soy escéptico. Esto no es otra cosa que puro “humo”.

Esto lo he escuchado miles de veces. Y siempre se equivocan. A tal punto que esas mismas personas terminan dedicándose a eso que consideraban “humo”. Y es por un simple concepto: el Gran Ciclo de hype, burbuja, adopción y democratización (puedes a ver a qué me refiero en este video de YouTube cuando explicaba cómo funciona la innovación)

Lo vimos en la fotografía tradicional, cuando dejamos los cuartos oscuros, las cámaras especializadas tradicionales de filme y llegamos a las cámaras digitales, que eliminaron el revelado de película y ahora tenemos smartphones con filtros de Instagram y videos cortos de Tiktok. También lo vimos con el marketing tradicional con sus spots de televisión e impresos, rindiéndose ante los medios sociales, las plataformas digitales y las métricas de desempeño.

Cada ciclo que hemos vivido en los últimos 40 años, democratizó las herramientas de creación de contenido y al mismo tiempo cambió lo que significaba ser un “profesional” en ese campo. El “humo” sigue siendo agua. Es un estado de la materia que al encontrar el contexto correcto se convierte en algo más.

Para el desarrollo de software ahora ese gran ciclo, está creando disrupción. Desde la programación tradicional liderada por expertos hasta el movimiento low-code/no-code que vimos nacer en 2010, ahora tenemos este desarrollo asistido por IA que está tocando un nuevo punto de madurez con este Vibe coding. Síntesis querido escéptico y refraseo a Pearl Jam “it´s evolution baby”.

¿Qué hago si ya soy un programador?

Primero entiende que esto no se va a detener, el director ejecutivo de Anthropic afirma que la IA escribirá el 90% del código en un plazo de 3 a 6 meses. Google también afirmó que la IA escribe el 25 % de su código. Segundo deja el campo de la especialización y abraza la generalización profunda. Pero no pierdas la habilidad de:

  • Comprender los sistemas a un nivel fundamental , lo que permite resolver problemas cuando las cosas inevitablemente fallan.
  • Crear soluciones elegantes y fáciles de mantener que resistan el paso del tiempo.
  • Construir modelos mentales que informen decisiones arquitectónicas de nivel superior
  • Desarrollar una intuición para el rendimiento, la seguridad y los casos extremos.
  • Conserva tu capacidad creativa: en el fondo la verdadera innovación suele surgir de las limitaciones, del conocimiento del producto y del profundo conocimiento del dominio. Esas limitaciones crean una tensión que suele producir novedosas soluciones inesperadas.

“El 75 % de los clientes de Replit nunca escriben ni una sola línea de código”
Amjad Masad, director ejecutivo de Replit

De acuerdo a un artículo de Wired , más del 50% de los programadores actualmente ya usan herramientas de IA, y empresas como Accenture han desplegado Copilot a decenas de miles de ingenieros. Microsoft estima más de 1.3 millones de usuarios de pago. Estas herramientas no solo aceleran el trabajo (hasta 55%, según GitHub), sino que también aumentan la satisfacción: el 90% de los usuarios se sienten más realizados. En resumen: la IA ya no es un experimento: es una parte clave del flujo de desarrollo.

Sin duda esta es la manifestación del inicio del siguiente salto evolutivo en el ciclo de vida del desarrollo de Software (SDLC) con IA en el centro, pasando de asistido a autónomo. De tal manera que en lugar de que los humanos escriban código y la IA asista, ahora los humanos escribirán las especificaciones y la IA generará, probará, mantendrá y mejorará el sistema.

Es un nuevo paradigma en donde los equipos de desarrollo ya no estarán formados solo por humanos, sino por humanos + agentes de IA. El rol del ingeniero cambiará radicalmente, analizará y diseñará especificaciones, supervisar la salida de la IA, y dar retroalimentación para corregir desviaciones. Se convertirán en arquitectos, editores y curadores del producto generado por IA.

Desde mi punto de vista, la creatividad y el diseño están entrando en su fase más intuitiva hasta ahora: una en la que la ejecución está cada vez más a cargo de máquinas y el rol humano se vuelve más directivo, más emocional, más inmerso, intuitivo, permitiendo que el código o el contenido surja a través de la interacción.

Es un cambio en el centro de la creatividad: de la ejecución a la orquestación, del control a la capacidad de respuesta. En esencia, este salto tecnológico mueve, transforma al acto creativo mismo, en donde se trata menos de construir cada pieza a mano y más de moldear la resonancia entre herramientas y modalidades. En ese sentido, la IA no reemplaza el esfuerzo. Lo reubica. ¿Es este el inicio también de un VibeCreating? Ya exploraremos ese concepto.

Plataformas de Vibe coding que deberían estar en tu radar:

Jon Black
Jon Black
CEO de Blackbot. Egresado de las licenciaturas de Comunicación y Mercadotecnia. 20 años de experiencia como consultor en diseño estratégico, innovación y negocios. +15 años de experiencia impartiendo clases, sesiones, talleres, dentro y fuera del país alrededor de los temas: negocios, innovación, tecnología, creatividad y transformación digital.

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