Coordinado por la Oficina Nacional de Prospectiva, un órgano creado en 2020, que depende del jefe de gabinete de Pedro Sánchez, compartieron un documento elaborado por más de 100 expertos de distintas disciplinas y sensibilidades ideológicas, que imagina la España ideal de 2050 y plantea qué habría que hacer para convertir al país en uno de los mejores del mundo en conocimiento y bienestar.
Poniendo las cosas claras ¿qué es Diseño de Futuros?
Etiquetada también como “Design Futures, Futures Design, futurología, futurismo, estudios de Futuros; son subdisciplinas emergentes en desarrollo. La Federación Mundial de Estudios del Futuro (World Futures Studies Federation) , posiblemente la asociación más académica en el campo, usa el término Estudios del Futuro y lo define como “un campo científico de investigación que involucra a académicos e investigadores”.
La prospectiva (foresight), por otro lado, se refiere a la aplicación de métodos y técnicas de estudios de futuro por parte de organizaciones y compañías, con el objetivo de estar preparadas para el futuro. La prospectiva es una palabra utilizada con mayor frecuencia por los gerentes en ejercicio y se considera parte de la estrategia. Aunque los estudios de futuros y la prospectiva se refieren al mismo conjunto de métodos y técnicas para investigar los futuros, la prospectiva designa específicamente el uso de esos métodos y técnicas como una herramienta de gestión, un conjunto de prácticas o actividades para preparar a la empresa para el futuro y lograr un desempeño superior, decimos «hacer prospectiva» en lugar de «tener prospectiva» como en un lenguaje sencillo. El diccionario de la Real Academia de la Lengua otorga a la prospectiva: todo un arte que Gaston Berger definía como la ciencia que estudia el futuro para comprenderlo y poder influir en él.
Para que quede claro, vean este modelo:
Todas de estas conclusiones, hipótesis o escenarios derivados de la práctica de “futurismo”, nos permiten entender, planear, anticipar y diseñar procesos, productos, servicios, propuestas de valor, innovación, negocios que nos permitan abordar, especular, resolver problemas y compartir valor en contextos sociales, económicos, políticos, culturales, deportivos, tecnológicos y digitales.
“Los Estudios de Futuros son todas las disciplinas que se encargan de investigar, analizar y entender las transformaciones y tendencias del mundo y de un entorno específico, ver cómo cambian esas transformaciones en sí con métodos propios, y extrapolar o bien estudiar hacia dónde pueden ir con una mirada de complejidad porque los cambios no van en una dirección, sino con mirada sistémica y de complejidad. Y de plantear herramientas para tomar decisiones en base a ese conocimiento de sistemas: también conocidas como estrategia (que puede incluir la aplicación en forma de innovaciones u objetos)”
Elisabet Roselló Román, aquí su referencia
Ejercicios pasados
Una vez establecido un territorio común, es importante señalar que hemos tenido documentos en el pasado que han aportado científicamente a la construcción de los “futuros”. El primero de ellos que tocaremos es el de Donella Meadows, “The Limits to Growth” (los límites del crecimiento), publicado originalmente en 1972, el cual fue un estudio pionero que modeló la dinámica de nuestra presencia humana en el planeta. El equipo detrás de esto, dirigido por Dennis Meadows, descubrió que continuar con un modelo de crecimiento de “business as usual” probablemente conduciría al colapso ambiental y económico en un siglo.
Sus descubrimientos provocaron una gran controversia entre científicos, académicos y el público en general. En las décadas posteriores, esos descubrimientos han sido respaldados por patrones de crecimiento, salud ambiental y uso de recursos.
A nivel país, tenemos el fascinante ejercicio del equipo de Estudios de Futuros de Hawaii 2050, bajo la dirección de Jim Dator, Stuart Candy y Jake Dunagan. También tenemos el plan estratégico de Amsterdam, que comenzó a desarrollarse en torno a 2019 . Y hoy hablaremos del documento “España 2050, Fundamentos y propuestas para una Estrategia Nacional de Largo Plazo”
“Los estudios del futuro examinan el presente con un especial comprensión del futuro, integran resultados de investigación de diferentes campos de conocimiento y ayudan a los encargados de la adopción de decisiones estratégicas a hacer mejores elecciones para un futuro común”
Sociedad Finlandesa de Estudios del Futuro
Contexto inicial
En 2015, España se unió al compromiso de 193 países con la Organización de Naciones Unidas (ONU) para trabajar en conseguir la Agenda 2030 , compuesta por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas que pretenden, entre otras cosas, acabar con la pobreza y el hambre en el mundo, promover el trabajo decente o actuar para frenar el cambio climático. Esta agenda 2030 es una suerte de actualización y renovación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) adoptados en el año 2000 . Además España desarrolló una Agenda España Digital 2025 la cual busca incentivar y facilitar la adopción tecnológica del país.
En ese contexto nació la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de España, la cual es una dirección general de la Presidencia del Gobierno que se encarga de analizar los retos y oportunidades a los que se enfrentará España en las próximas décadas y que ayudará al país a prepararse para ellos. Es en esta oficina crearon el documento “España 2050” , como un ejercicio de prospectiva estratégica abierto a la ciudadanía y a las principales instituciones públicas, empresas, universidades, think tanks, ONGs, fundaciones y asociaciones del país. Su objetivo es fomentar un debate público, plural y riguroso, sobre el futuro y crear una Estrategia Nacional de Largo Plazo que ayude a fijar prioridades, coordinar esfuerzos, y garantizar la prosperidad de España en el mundo post-covid.
Elaborado por más de 100 expertos de distintas disciplinas y sensibilidades ideológicas, los cuales colaboraron de forma gratuita y libre, para crear el imaginario de la España ideal de 2050 y plantear qué habría que hacer para convertir al país en uno de los mejores del mundo en conocimiento y bienestar. En total son 675 páginas que han sido presentados por el presidente español como un trabajo que no es del Gobierno y que ahora que ha sido presentado, se abre a que participen todos los demás partidos, comunidades autónomas, ayuntamientos, sindicatos, empresarios, ONG, universidades y todo aquel que tenga algo que decir sobre la España del futuro.
La postura de la oposición
El problema es que en el presente, España atraviesa un momento de máxima polarización política, económica y social . La oposición se ha lanzado con una idea de que “el gobierno actual no es capaz de gestionar los asuntos en 2021 entonces ¿cómo van a anticipar lo que necesitarán dentro de tres décadas?».
Muchos otros mencionan que ese documento debería llamarse «España 2022», lo cual implicaría tomar ese documento y esas propuestas concretas para aplicarlos ahora mismo y dejarse de “prospectivas”. De lo contrario lo consideran como una cortina de humo, un documento político, de partido y no técnico.
Para los críticos, el documento está lleno de contradicciones, por ejemplo en un capítulo quieren fomentar la industria, pero en el siguiente desacelerar la comprar de ropa; quieren acelerar la incorporación tecnológica, pero en otro piden cambiar el teléfono móvil cada 15 años; denuncian la carestía de vivienda para los jóvenes y en la página siguiente atacan las casas grandes o el aumento del espacio destinado a la construcción; por un lado celebran que su cultura-clima-historia-geografía los ha convertido en «un referente mundial en sectores como el turismo», pero por el otro dicen que hay que limitar los viajes, los visitantes, las construcciones cerca del mar.
En síntesis, el proyecto no logró explicar de forma clara lo valioso que puede convertirse un documento de esta naturaleza y la oposición lo considera como un programa de Gobierno socialdemócrata para un país más estatista, menos liberal, más miedoso, más político y por eso menos social. Aunque este documento podría convertirse en un interesante ejercicio de inteligencia colectiva a 30 años, lo cierto es que a pesar de que se presentó como un documento “vivo”, no dejaron claro cómo sería la conversación, cómo serán las mejoras, cómo se podría alimentar o nutrir con nuevas ideas, datos, hipótesis, modelos o formas de colaboración y co-creación.
Este documento no tiene en el radar a Blockchain y su potencial incidencia en la renovación de sectores productivos, ni a las criptomonedas, ni a las monedas digitales, ya sean centralizadas o descentralizadas. Tampoco habla de los NFT y la nueva economía de los “creadores”. Pero quizá la mayor crítica que se le puede hacer al documento es su falta de definición técnica. No realiza el principal trabajo de la prospectiva, que es saber hacia donde vamos, reduciendo la incertidumbre en la toma de decisiones que, en este caso, le correspondería tanto el Ejecutivo como al resto de poderes del Estado. No ofrece soluciones concretas a los graves problemas.
Hay un discurso de Ana Iris Simón dirigido al Presidente Sánchez, que pronunció en un acto sobre los “Pueblos con futuro” en el que se abordaba el reto demográfico, presente en el Plan España 2050. Ana menciona “está muy bien ayudar a empresas ecológicas y ponerle wifis al campo. Pero no habrá agenda 2030 ni plan 2050 si en 2021 no hay techo para las placas solares porque no tenemos casas, ni niños que se conecten al wifi porque no tenemos hijos».
Las ideas que nos generó
Desde nuestro punto de vista, este paso que dio el gobierno español, podría ser el inicio de la aceleración e interés de gobiernos de todo el mundo que estarían tratando de entender las poderosas herramientas que el futurismo puede otorgarnos. Es un intento por dejar de ver el cortoplacismo como una postura única de administración y comenzar a diseñar proyectos de largo plazo a través de nuevas imágenes del futuro que nos permitan pensar en futuros deseables pero sobre todo diversos e incluyentes.
Históricamente hablando los grandes avances de la humanidad se han producido al margen de los gobiernos y de los expertos; han sido los emprendedores, los universitarios y sus laboratorios de científicos que aportan ideas, avances, hipótesis de innovación así como nuevos modelos de negocio y disrupción. Es interesante que en esa nueva conversación, el gobierna ponga en la mesa una plataforma ideológica inicial.
No sabemos todavía cómo va a ser la conversación en España respecto al proyecto. No sabemos a dónde lo llevarán todos los nuevos jugadores que aporten nuevas hipótesis, ideas, antítesis, síntesis; en ese proceso dialéctica de transitar hacia el futuro. Descubriremos nuevos límites sobre lo que la “democracia” podrá hacer o no. Pero nosotros pensamos que veremos algo como esto:
La democracia y la clase política tiene su foco en el presente. Son los “administradores” de la nación. Las personas que logran administrar, cuidar y usar los recursos que posee la “Patria-Nación” y se concentran en los proyectos prioritarios. Pero también necesitamos dos nuevas clases. Una clase de innovadores que ayuden a resolver muchos de los problemas del presente, pero también que aporten pensamiento disruptivo para los días por venir. Son los responsables de documentar, experimentar y desarrollar conocimiento que termine en herramientas que la clase política pueda usar, implementar y explotar en el presente. Finalmente están los futuristas. Que brindan escenarios, prospectiva, posibilidades ante un mundo que necesitará posturas claras de resolución y tránsito a los eventos por venir (climáticos, sociales, económicos, políticos, culturales, etc).
Para España este es el primer paso. Esto originará una co-creación y un sentimiento de caos y crisis. Ese choque generará síntesis y con ello nuevas hipótesis que creará políticas detalladas con una dirección hacia el futuro. Vemos muy positivo que la clase política esté hablando seriamente de los “dashboards”. Páneles de rendimiento y performance que los ayudará a medir los indicadores de desempeño de la administración del país y su tránsito al futuro. Tendremos nuevos indicadores de desempeño. Abandonaremos otros que se convertirán en obsoletos.
Otra idea que nos trajo, es que es probable que a través de estos ejercicios, la sociedad tenga su primera aproximación para hablar de “futuros”. Incluso, podría ser la primera vez que vea el “cono de futuros”. Lo cual me parece tremendamente importante en su alfabetización futurística. Porque aunque es posible que ese ser humano tenga nociones sobre la importancia de la innovación, la tecnología, el diseño, la ciencia ficción e incluso, tenga su propia concepción sobre el futuro; esta es la primera vez que entiende el potencial e importancia sobre diseñar los “futuros”. En este documento España 2050, solo se habla del “futuro deseable”, lo cual es bueno pero el ejercicio, pero se haría mucho más valioso y completo, si ese ser humano puede entender y contrastar los otros futuros: futuros probables, futuros preferibles, futuros posibles, etc.
Eso le daría no solo contexto de los futuros, sino que les dejaría totalmente claro el verdadero valor de participar activamente desde el presente en ese diseño de futuros. Pero ese es gran hueco por llenar y un aprendizaje profundo para los que somos espectadores.
España 2050 pone de manera clara, las prioridades que propone deberíamos tener. Y me gusta hacer un ejercicio de “perspectiva” (prospectiva inversa) y respondamos ¿dónde estábamos hace 30 años como humanidad? Era 1990 y el Internet estaba en sus inicios (aparecería de forma comercial a mediados de la década); los teléfonos móviles en su red GSM comenzaron realmente en 1995, se tuvieron modelos fantásticos de compañías como Palm pero no fue hasta 2007 con la llegada del iPhone, que realmente la telefonía inteligente se masificó y explotaron las app y con ello las redes sociales, el comercio electrónico y la nueva etapa de la Inteligencia Artificial; todavía no existía YouTube o Netflix y Amazon como idea todavía no era gestada. ¿Te das cuenta del poder de transformación ocurrido en 30 años? El mundo cambió para siempre.
Hoy tenemos el inicio de la tecnología CRISPR para la edición genética que revolucionará la forma en como “diseñamos” organismos e incluso entendemos a la biotecnología. Tenemos “Blockchain” que revolucionará la forma en como validamos procesos en red lo cual impactará a la economía con el nacimiento de nuevas cryptomonedas y tendremos nuevos servicios descentralizados; tenemos una naciente economía del creador ; veremos a China convertirse en súper potencia cambiando la geopolítica, la geotecnología, la geocultura y la geoeconomía del planeta, y por primera vez, enfrentaremos los efectos del cambio climático globalmente. Nos esperan 30 años de retos. Y estos son los que propone el documento España de 2050:
El documento también nos dejar ver de forma realista un escenario tendencial. La España de 2050 “será más cálida, árida e imprevisible”. Las sequías podrían afectar a un 70% del territorio, “los incendios y las inundaciones serán más frecuentes y destructivos, el nivel y la temperatura del mar aumentarán. Los efectos sobre sectores estratégicos como el agrícola o el turístico serán demoledores: “sufrirán daños severos, 27 millones de personas vivirán en zonas con escasez de agua y 20,000 morirán cada año por el aumento de temperaturas”.
Para 2050, uno de cada tres españoles tendrá 65 años o más. “Por cada persona de esa edad habrá solo 1.7 personas entre los 16 y los 64 años”. La recaudación fiscal aumentará, si ahora se recauda el equivalente el 35% del PIB, en 2050 esa cifra deberá escalar al 43%. Se elevará la edad de retiro y se abrirá la puerta a pensiones privadas. Se buscará la sustitución de vehículos de combustión por otros más ecológicos y se prohibirá los vuelos en los trayectos que se puedan hacer en menos de dos horas y media en tren.
Se plantea elevar el gasto en Educación del 4.3% al 5.5% del PIB. Además, se propone un rediseño completo de lo que estudian los alumnos, para centrar el aprendizaje en la adquisición de competencias y revisar el contenido de las materias cada ocho o diez años.
El Gobierno español prevé que la población que vive en régimen de alquiler aumente en los próximos años y, con ella, las dificultades de acceso a la vivienda, sobre todo en algunas ciudades. Ante esta situación, el plan del Ejecutivo apuesta por incentivar las formas de tenencia alternativas a la propiedad absoluta y al alquiler, como la propiedad temporal y la propiedad compartida. «La economía colaborativa también podría irrumpir en el mercado de la vivienda de España, algunas formas de vivienda compartida, como el cohousing, pueden ser una opción interesante tanto para jóvenes como para personas mayores, dando lugar a nuevas formas de convivencia intergeneracional», apunta el documento.
El documento crea cuatro grupos demográficos prioritarios: jóvenes; mujeres; mayores de 55 años e inmigrantes. En la España del futuro, estos cuatro grupos tienen un peso mayor en la población activa y dentro de un mercado laboral en el que «el empleo por cuenta ajena y a tiempo completo va perdiendo peso» y a cambio, «ganarán relevancia los autónomos, los freelancers y los trabajadores on-demand”.
¿Cómo reaccionarían países como México ante un documento así?
Honestamente en México tenemos un país poco dado a pensar en el futuro y solo está concentrado en debates sobre su pasado. En un artículo de la BBC analizan cómo los mexicanos perciben la desigualdad y la movilidad social, referenciando el trabajo de Alice Krozer que estudia la intersección entre América Latina y Europa. Una de las conclusiones es que la gente sí sabe que hay mucha desigualdad en México pero, la gente tiene una idea muy diferente sobre lo que es la riqueza y lo que es la movilidad social. «La gente quiere menos desigualdad, pero no quiere pagar más impuestos», dice la investigadora. ”Es una especie de paradoja entre lo que te gustaría y lo que estás dispuesto a sacrificar”.
Pero lo que sí me queda claro, es la influencia que tendrá este documento en la élite de investigadores, sociólogos, antropólogos, humanistas, futuristas, científicos, empresarios, etc; que analizarán, criticarán, encontrarán paralelismos, idearán mejoras, destrozarán posturas para dar paso a una nueva conversación sobre las cosas que como país y humanidad necesitamos hacer, para tener una mejor experiencia de vida humana en este planeta.
Un documento inicial para la historia hispana. Una larga conversación y choque que se originará. Pero coincido con la postura de Diego Rubio, Director de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia País a largo plazo:
“Los grandes progresos de la humanidad se han conseguido a base de perseguir una utopía compartida , de perseguir un futuro posible que soñaba la mayoría de la población; hoy estamos huérfanos de utopías compartidas. Ser una democracia madura es entender que el corto y el largo plazo no son incompatibles. No somos nuestro pasado… somos el tiempo que nos queda”
Diego Rubio
Les dejamos todo el evento: